Mi experiencia en el Welcoming Tournament como estudiante de segundo año de la Facultad de Comunicación (FCOM).
Por Luz Mariana Santa Cruz
Foto: @javigon_03
El estadio está repleto de representantes de todas las facultades, cada equipo con su color característico. Estamos esperando que suene la alarma para ir corriendo al primer juego. Hay gritos de alegría, baile y sobre todo mucha emoción. Empieza a sonar la alarma y avanzamos preparados para ganar.
El martes 15 de febrero de 2022, experimenté por primera vez el evento que había escuchado desde que entré a la Universidad del Istmo (UNIS): el Welcoming Tournament. Este año esto significó aún más; aparte de ser mi primera vez, también fue la primera que se celebra desde la pandemia.
Fotos: Javier González
Al ser de segundo año aún no conocía a mis compañeros de años arriba, así que al llegar donde estaba mi equipo de la FCOM, noté que la mayoría ya se conocía. Me sentía como si aún fuera nueva. Era un poco extraño, pero era justo lo que quería: participar en el rally, conocer a personas y sentir la adrenalina que tiene uno cuando va a competir.
Cuando llamaron a FRANCOM (combinación de Francia y FCOM), mientras sonaba de fondo Locked out from Heaven de Bruno Mars y hacíamos nuestra porra improvisada que creamos en segundos, me percaté del ambiente alegre que tenía la UNIS. Todo comenzó cuando anunciaron a cada facultad: la entrada triunfal de Ingeniería (FING), el genial baile con pompones de Humanidades (FHUM), el entusiasmo y bombas de humo de Derecho (FDER); y durante el desarrollo del torneo noté la actitud competitiva de Ciencias Económicas y Empresariales (FCEE), el trabajo en equipo de Ciencias de la Salud (FSAL), el ritmo y tambores de Arquitectura (FARQ) y la gran bulla acompañada de saltos que hacían los de la FCOM (no por nada ganamos el premio de Espíritu UNIS).
Al principio en el rally, tenía el presentimiento de que nos iría bien y así se dio. Pero luego de varias actividades donde la rapidez era la clave, nos dimos cuenta que los juegos eran más difíciles de lo que pensamos. Desde el “Jeopardy!” donde terminamos seleccionando una y otra vez las mismas dos categorías de la UNIS y mímica, hasta el “World Cup Target” que solo después de 20 intentos logramos entender cómo tirar la bola al estilo Angry Birds.
Sin embargo, el rally no era el único reto al que me enfrentaba; también lo era convivir con el equipo. Pero, ahora, puedo decir que logré superar este último desafío. A pesar que la mayoría se conocían, eso no fue impedimento para que pudiera bromear y hacer amistad. Esto es algo que le agradezco a los de tercer año es que fueron bastante abiertos, porque aunque todos los demás éramos completamente nuevos, aún así nos hablaban y apoyaban cuando hacíamos el reto.
Lamentablemente, “toda la magia viene con un precio” como dice Rumpelstiltskin, personaje de la serie Once Upon A Time. Logramos ganar el segundo lugar, pero terminé lastimándome de mi rodilla. Fue muy irónico porque no sucedió pateando la bola en tiro libre o en el reto físico de FING, sino cuando bajé del escenario yendo a recoger el premio. Mientras todos se llevaban su medalla, yo estaba a la par tirada en la grama con dolor explicándole al paramédico mi situación.
Fotos: Javier González
Ha sido increíble participar en esta experiencia y sé que muchos otros estudiantes de la UNIS lo han disfrutado de igual manera. Todos esperan ansiosamente la remontada del siguiente año para seguir compitiendo y divirtiéndose con su facultad. Ahora, solo queda esperar la temática sorpresa para el 2023.
Qué experiencia tan genial la que describes en tu nota! Tiene de todo tipo de emociones, escribes muy bien!