La Pasión por el Deporte

El éxito no se encuentra en el querer, sino en el hacer. Daniel Vásquez cuenta su historia dentro de la Universidad del Istmo (UNIS) y su pasión por el ajedrez.

Por Camila Andrade

Foto: Daniel Vásquez

Daniel Vásquez sobresale en dos áreas: en el Derechos, la cual es su carrera y en el ajedrez. Desde los siete años ha practicado este deporte. Le apasiona esta disciplina porque es un juego totalmente diferente de los demás; le permite desarrollar habilidades como la concentración, resolver problemas, buscar distintas alternativas, entre otras.

Daniel participó en el equipo de la UNIS de 2017 a 2020. Sin embargo, aún participa en ciertas actividades. En 2018, este alumno estrella fue parte del equipo cuando ganaron el interuniversitario.

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Para él, la mayor motivación de todo ajedrecista es superarse a sí mismo en cada encuentro que tenga, con la intención de mejorar tanto su juego como su estilo. Agrega que entrena constantemente, lo que mejora su habilidad para resolver problemas. Después de cada partida las analiza para detectar sus errores y mejorar su estilo cada vez más.

“Siempre es mejor tener un mal plan que no tener ninguno”

Este es el consejo que Daniel les da a los novatos en el deporte. Además, comparte algunas claves para principiantes: en una partida existen millones de variantes, algunas mejores que otras y hay unas que solo una máquina pudiera conocer. Lo recomendable es evaluar la posición del tablero aproximadamente cada 5 movimientos y observar puntos clave como la coordinación de las piezas propias y del rival.

No solo la práctica influye en el resultado, la personalidad del jugador se ve reflejado en el tablero. “Por lo general las personas introvertidas buscan ser más un jugador estratégico o posicional y los extrovertidos prefieren lo táctico y la agresividad”, explica. El primero prefiere las posiciones lentas buscando la mejor colocación y coordinación de sus piezas, mientras que el segundo prefiere las posiciones más agresivas y crean un mayor dinamismo en la partida.

“Fue bastante emocionante, puesto que logré alcanzar una nueva meta y me sirvió para establecer nuevos objetivos a superar”, comenta Daniel.

El club sigue activo gracias a que se pudo adaptar a la virtualidad, ya que existen plataformas online que permiten la enseñanza del juego, la competición activa y sana entre jugadores.

Foto: Daniel Vásquez