Gabriela Asturias está en tercer año de Psicopedagogía. Pero, el año pasado su visión sobre su futuro cambió. Decidió emprender un negocio de repostería.
Por Camila Andrade
Foto: Gabriela Asturias
Gabriela, siempre ha disfrutado de la cocina, sin embargo, el confinamiento le hizo expresar su afecto a su familia y amigos por medio de postres. "Ya que no podía verlos quería demostrarles mi cariño de otra manera”, comenta.
A mediados del 2020, surgió la idea de convertirlo en un negocio, el cual nombró La vaca flaca. Al darse cuenta que no era la única quien buscaba agradar a sus seres queridos con platillos dulces, puso manos a la obra y creó un perfil en Instragram .
Acudió a una diseñadora gráfica para que la apoyara en la imagen. La ayudó a crear el logo y las primeras publicaciones. Gabriela, decidió trabajar bajo pedido y ofrecer servicio a domicilio, así los clientes pueden degustar desde un lugar cómodo sin tener que salir de casa.
En toda gran aventura se presentarán retos. En este caso fue la disminución de pedidos una vez que el país levantara las restricciones. Las personas ya no estaban dispuestas a pagar el costo adicional del envío.
Sin embargo, la reacción de la joven ante el problema fue no rendirse. Actualmente, se esmera para que el negocio siga creciendo. Al terminar su licenciatura quiere dedicarle más tiempo para poder venderlo en comercios y después poder abrir una tienda propia.
Foto: Gabriela Asturias
Comments